En el Día por la Despenalización del
Aborto, desde Feminismo 3.0 expresamos nuestro rechazo a las políticas
retrógradas de los conservadores que, bajo un supuesto paternalismo, quieren
acabar con todos los derechos sexuales y reproductivos conseguidos por las
mujeres durante décadas de luchas y reivindicaciones. Con el Gobierno del
Partido Popular hemos pasado de luchar para conseguir derechos, a luchar para conservarlos.
Durante el Gobierno de Largo
Caballero (II República), la entonces Ministra de Sanidad, la cenetista Federica
Montseny, despenalizó el aborto. Su ley duró muy poco. Hasta 1985 no se volvió
a legislar la irrupción voluntaria del embarazo. Se permitía abortar en tres
supuestos: riesgo grave para la salud física o psíquica de la embarazada,
malformaciones del feto o violación. Alianza Popular, precedente del Partido
Popular, se opuso y votó en contra de esta ley. El Gobierno de José Luis
Rodríguez Zapatero legisló en virtud del aborto libre, seguro y gratuito. Dicho
de otro modo, legisló la hipocresía de que ante un embarazo no deseado, las
ricas viajaban y las pobres se desangraban.
El actual Ministro de Justicia,
Alberto Ruiz Gallardón, ha anunciado una reforma de la ley del aborto que nos
retrocede a los años más duros de la dictadura de Franco. No sólo pretenden volver
a una ley, la de 1985, que en su día su formación política declinó, sino que
además quieren reducir los supuestos de irrupción voluntaria del embarazo a
dos: violación y riesgo grave para la salud física y psíquica de la mujer. Otro
ejemplo más de la hipocresía de la derecha, que obliga a la mujer a parir,
incluso hijos e hijas con graves malformaciones, mientras recorta en la Ley de
Dependencia. Le recordamos dos cosas: obligar a parir también es violencia; por
otro lado, si a la derecha le preocupan tanto las próximas generaciones, que se
dedique a garantizarles un futuro de derechos y libertades. Además, queda
patente que cuando en España gobierna la derecha, las mujeres retrocedemos en derechos,
libertades públicas, ayudas y bienestar social.
El
aborto es una práctica que se ha producido siempre, y seguirá produciéndose. Su
legislación y despenalización debe ser una realidad, pues no debemos olvidar que
los abortos clandestinos y mal practicados se cobran la vida de miles de niñas
y mujeres en el mundo.
Imaginen
por un momento un país donde a las mujeres nos prohibiesen tener hijos; ahora
imaginen otro donde nos obliguen a tenerlos. El embarazo es una cuestión que
vive la mujer en primera persona, pero lo legislan médicos, políticos, y hasta
curas.
Si las mujeres no estamos capacitadas
para tomar decisiones sobre nuestro cuerpo y nuestra vida, ¿cómo vamos a
estarlo para ser madres? Reiteramos una idea que plasmamos en un post anterior:
no estamos debatiendo sobre el aborto; lo que se cuestiona es la capacidad de
la mujer para elegir sobre su cuerpo y su vida. Asimismo reiteramos que las
mujeres no pedimos favores, exigimos nuestros legítimos derechos.
Todas
las mujeres, todos los derechos, todos los días. ¡Basta de criminalizar a las
mujeres! Las mujeres abortan por alguna razón, no lo hacen sin razón. ¡Por un aborto
libre, seguro y gratuito! El cuerpo de la mujer es un campo de batalla que sólo
le pertenece a ella.